La apertura es una explosión vibrante y fresca de nuez moscada, combinada con la calidez picante del pachulí. Un toque sutil de jazmín aporta una dulzura contrastante, creando una introducción intrigante y sofisticada.
Notas de corazón:El corazón de la fragancia revela una cautivadora armonía de madera de cedro, aportando una profundidad amaderada y masculina. Esta nota se ve realzada por la presencia del jazmín, que perdura delicadamente para añadir un toque floral y sensual.
Notas base:La base del perfume es una oda a la sensualidad masculina. El ámbar, con su calidez envolvente, se entrelaza con el pachulí y la vainilla para crear una estela persistente e inolvidable. Esta combinación rica y opulenta le da a la fragancia una dimensión excepcional.
Composición química (información limitada disponible) La composición exacta de La Rive Prestige 315 no está detallada públicamente. Sin embargo, la información disponible indica la presencia de alcohol, perfume (fragancia) y agua. La complejidad de la fragancia sugiere el uso de una variedad de ingredientes naturales y sintéticos, hábilmente orquestados para crear esta sinfonía olfativa única. Para el hombre moderno y sofisticado Prestige 315 está dirigido al hombre seguro y carismático que aprecia las fragancias refinadas e inolvidables. Es la fragancia ideal para quienes buscan afirmar su elegancia y estilo con un toque de misterio. Una fragancia atemporal para todas las estaciones Aunque es ideal para las frescas noches de otoño e invierno, gracias a su calidez y profundidad, Prestige 315 se puede usar durante todo el año. Su carácter especiado y amaderado le confiere una versatilidad que lo hace adecuado tanto para ocasiones especiales como para el uso diario. El momento perfecto: del anochecer al amanecer Prestige 315 revela toda su magia al anochecer. Ya sea para una cena romántica, una velada con amigos o una ocasión especial, esta fragancia te envolverá en un aura de seducción y misterio. Es el cómplice perfecto para dejar una impresión duradera y sofisticada.
