Madrigal es una fragancia floral chipre, un género clásico que encarna elegancia y sofisticación. Su estructura olfativa se despliega en tres etapas, como una melodía cautivadora:
Notas altas:La apertura es un bouquet chispeante y luminoso, donde las notas cítricas de bergamota y mandarina se mezclan con la frescura verde del gálbano. Un toque de aldehídos aporta una dimensión aireada y vibrante al conjunto.
Notas de corazón:El corazón de Madrigal revela un ramo floral opulento y cautivador. El jazmín, con su cautivadora sensualidad, se entrelaza con la rosa, símbolo del amor y la feminidad. El ylang-ylang añade un toque exótico y soleado, mientras que el lirio de los valles aporta su delicadeza y frescura primaveral.
Notas base:La base de Madrigal es un acorde chipre clásico y sofisticado. El pachulí terroso y amaderado se combina con el musgo de roble para crear una firma elegante y persistente. El ámbar y el almizcle añaden una dimensión cálida y sensual, envolviendo la fragancia en un velo misterioso y cautivador. Un toque de vetiver aporta una nota ahumada y ligeramente amaderada, que le da al conjunto una profundidad y complejidad excepcionales.
Composición química (Información no exhaustiva y sujeta a variación):Aunque la fórmula exacta de Madrigal es un secreto muy bien guardado de la Casa Molinard, podemos identificar algunas de las materias primas que contribuyen a su magia olfativa. Estos incluyen alcohol desnaturalizado, agua, esencias de bergamota, mandarina, jazmín, rosa, ylang-ylang, pachulí, musgo de roble, ámbar, almizcle, vetiver y aldehídos. La calidad y el origen de estos ingredientes son rigurosamente seleccionados por Molinard para garantizar la excelencia de sus perfumes.
Público objetivo:Madrigal está dirigido a la mujer elegante y sofisticada, que aprecia las fragancias clásicas y atemporales. Es una fragancia para quienes abrazan su feminidad con confianza y encanto, y buscan un aroma característico que refleje su personalidad única.
Temporada y período:Madrigal es una fragancia versátil que se puede usar en cualquier época del año. Su riqueza y profundidad lo hacen especialmente adecuado para veladas y ocasiones especiales. Sin embargo, su frescura floral también permite llevarlo durante el día, para un toque de elegancia cotidiana. Es especialmente cautivador en las noches de otoño e invierno, donde sus notas chipre y amaderadas revelan todo su esplendor.En primavera y verano se puede usar con moderación para conseguir un aroma sutil y refinado. Ofrecerse o regalarse Madrigal es regalarse un viaje olfativo inolvidable, una experiencia sensorial que cautiva y encanta. Es una fragancia que trasciende modas y épocas, un clásico atemporal que seguirá seduciendo a las generaciones futuras.